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martes, 8 de octubre de 2013

¡Más especies!



Como todos sabemos el Rockfishing se caracteriza, entre otras cosas, por la gran variedad de especies que podemos capturar. Eso sin duda es un aliciente más de ésta técnica y hace que muchos intentemos, en la medida de lo posible, ir “coleccionando” especies.

Hace poco tuve la oportunidad de capturar un pez que me parecía realmente difícil. Ya lo había visto alguna que otra vez, pero nunca se interesó por mis señuelos. Esto fue hasta que un día llegamos a una zona propicia para esta especie y al clavar Fernando una serviolita apareció de repente el pez en cuestión a observar el barullo que montaba el pez clavado y sus congéneres a su alrededor. Nunca lo había visto tan claramente, de tan feo era bonito. Aun así no pensé en la posibilidad de pescarlo.

El vinilo "ganador". Foto de David Sánchez.
Nos dispusimos a tentar llampugas y serviolitas, David y Fernando a spinning y rockfishing y yo a mosca. Se sucedían las picadas y pudimos sacar realmente bastantes peces. De repente las llampugas empezaron a desaparecer y se alzó viento, fue en ese momento cuando hicimos una deriva pasando cerca de una boya, la “casa” del curioso pez. Enganché a la grapa del equipo de rock una cabeza plomada Hayabusa Arrow Head de 1,5g con un vinilo de la misma marca, tipo gusano pero con una cola un poco más ancha que le da una singular vibración al nadar. Lancé cerca de la boya, estábamos a tan solo 4m o 5m de ésta y al recoger el vinilo, a pesar de estar con el Sol de cara pude ver la silueta del extraño pez, persiguiendo el vinilo sin llegar a alejarse mucho de su escondite. Volví a lanzar, el viento nos arrastraba rápidamente y ya estábamos a unos 8m o 10m del “hot spot”. Ya no podía ver si algo seguía el pequeño vinilo, pero a las pocas vueltas de manivela noté la picada, clavé y al empezar a luchar deduje rápidamente que se trataba de ¡¡“el pez”!! Dio una bonita lucha, con alguna carrera incluida y en un par de minutos estaba dentro del salabre. ¡¡Especie nueva!! ¡¡Polyprion americanus!! También llamado cherna.

La preciosa cherna (P. americanus), la primera que pesco.
Me hizo una ilusión tremenda. Después de la pertinente foto, evidentemente, fue devuelto al agua.

No acabó ahí la cosa, y es que en otra deriva cerca de la boya David pudo capturar otro, en este caso con un rubber jig artesanal. También una especie nueva para él.

David con su cherna (P. americanus).
El pez piloto (N. ductor) de David.
Incluso ese día, David, capturó otra especie nueva para su lista, un precioso pez piloto (Neucrates ductor).

Nos percatamos de que bajo la boya había más chernas, pero a pesar de la insistencia de Fernando fue imposible hacer picar otra.


El viento de cada vez arreciaba más y decidimos volver a puerto. Habíamos cumplido con creces la misión del día y ya poco más se podía hacer. Para rematar la jornadas pudimos disfrutar de un gran banco de delfines asomando su aleta fuera del agua y jugando con la barca.


El Rockfishing no deja de sorprendernos, cada vez veo más claro que hay poquísimas especies que no podamos capturar con artificial y a Rockfishing concretamente. Seguramente las únicas, las que no están a nuestro alcance por profundidad. Sin duda intentaremos seguir ampliando la lista de especies, y apostaría a que así será.